Instructions for the Diocese of Sacramento regarding the Special Indulgences to the Faithful during the current pandemic

Language: English | Spanish

On March 19, 2020, the Apostolic Penitentiary of the Holy See issued a decree, ex auctoritate Summi Pontificis, granting special indulgences to the Faithful who are suffering from COVID-19, commonly known as coronavirus, and are subject to quarantine by the health authorities in hospitals or in their own homes. The granting of special indulgences also includes those who are health workers, first-responders, family members, all those who in any capacity -- including prayer -- care for them, as well as all members of the Faithful who join with the Church in imploring from our merciful God the end of the epidemic and relief for all afflicted.
    
Hoping to slow the rate of infection caused by COVID-19 and protect vulnerable members of our community, government officials have enacted necessary and prudent measures. I have cooperated with these measures for the good of the Faithful and clergy as well as the common good of all.  The decree from the Apostolic Penitentiary serves the mission of the Church to provide care for the afflicted and the salvation of souls.  

An indulgence is “the expression of the Church’s confidence of being heard by the Father when in view of Christ’s merits and, by His gift, Our Lady and the saints, she asks Him to mitigate or cancel the painful aspect of punishment by fostering its medicinal aspect through the channels of grace.” (John Paul II, General Audience, September 29, 1999) A plenary indulgence is the remission before God of the temporal punishment for sin whose guilt is already forgiven. (c. 992) It removes all the temporal punishment due to sin. (CCC 1471)

In order to obtain the plenary indulgence, individuals, with a spirit detached from any sin, unite spiritually through media to one of the following ways:

  • The celebration of the Holy Mass
  • The recitation of the Holy Rosary
  • The pious practice of the Way of the Cross and other forms of devotion
  • At least recite the Creed, the Lord’s prayer, and a pious invocation of the Blessed Virgin Mary
  • Offering this trial in a spirit of faith in God and charity towards their brothers and sisters

These are to be done with the willful intention to fulfill the usual conditions of receiving a plenary indulgence (sacramental confessions, Eucharistic communion, and prayer according to the Holy Father’s intention) as soon as possible.  

Please provide catechesis and counseling to the Faithful regarding obtaining the benefits of this special indulgence.  More resources regarding this and other pastoral assistance will be available on the diocesan website.

Join me in prayer as we journey in Faith through the dark valley of this global pandemic. We place our trust in the divine, tender mercy of Jesus, the Good Shepherd. May the intercession of the Our Lady of Guadalupe, St. Joseph and all the Saints bring healing to the afflicted, patient perseverance and protection to those who care for them, eternal rest to our beloved deceased, and comfort to all those who mourn.

Respectfully,

+Jaime Soto
Bishop of Sacramento

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Instrucciones para la Diócesis de Sacramento con respecto a las Indulgencias Especiales a los Fieles durante la actual situación de pandemia

El 19 de marzo de 2020, la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede promulgó un decreto, ex auctoritate Summi Pontificis, otorgando indulgencias especiales a los Fieles que sufren de COVID-19, comúnmente conocido como coronavirus y que están sujetos a cuarentena por las autoridades de salud en hospitales o en sus propios hogares. La concesión de indulgencias especiales también incluye a aquellos que son trabajadores de la salud, bomberos, policía, miembros de la familia, todos aquellos que en cualquier capacidad --  incluyendo la oración – cuidan de ellos, así como a todos los Fieles que se unen a la Iglesia implorando a nuestro Dios misericordioso por el fin de la epidemia y el alivio para todos los afligidos.

Con la esperanza de reducir el nivel de infección causada por COVID-19 y proteger a los miembros vulnerables de nuestra comunidad, los oficiales del gobierno han promulgado las medidas necesarias y prudentes.  He cooperado con estas medidas por el bien de los fieles y el clero, así como por el bien común de todos.  El decreto de la Penitenciaría Apostólica sirve a la misión de la Iglesia de proveer cuidado a los afligidos y  a la salvación de las almas.

Una indulgencia es “la expresión de la confianza de la Iglesia de ser escuchada por el Padre cuando tiene en cuenta los méritos de Cristo, y por Su don, también de los de la Virgen y los santos,  le pide que mitigue o anule el aspecto doloroso de la pena, desarrollando su sentido  medicinal a través de otros itinerarios de gracia".  (Juan Pablo II, Audiencia general, 29 de septiembre de 1999) Una indulgencia plenaria es la remisión ante Dios de la pena temporal por el pecado cuya culpa ya ha sido perdonada. (c. 992) Elimina todo el castigo temporal debido al pecado. (CCC 1471)

Para obtener la indulgencia plenaria, las personas, con un espíritu separado de cualquier pecado, se unen espiritualmente a través de los medios de comunicación de una de las siguientes maneras:

  • La celebración de la Santa Misa.
  • La recitación del Santo Rosario
  • La práctica piadosa del Vía Crucis y otras formas de devoción
  • Al menos recita el Credo, el Padre Nuestro y una invocación piadosa de la Santísima Virgen María.  
  • Ofreciendo esta prueba en un espíritu de fe en Dios y caridad hacia sus hermanos y hermanas

Esto debe hacerse con la intención deliberada de cumplir con las condiciones habituales de recibir una indulgencia plenaria (confesiones sacramentales, comunión Eucarística y oración según la intención del Santo Padre) lo antes posible.

Proporcionen, por favor, catequesis y consejo a los fieles con respecto a la recepción de los beneficios de esta indulgencia especial. Más recursos relacionados con ésta y otra asistencia pastoral estarán disponibles en el sitio web diocesano.

Únanse a mí en oración mientras caminamos en Fe a través del valle oscuro de esta pandemia global. Confiamos en la divina y tierna misericordia de Jesús, el Buen Pastor. Que la intercesión de la Virgen de Guadalupe, San José y todos los Santos les traiga sanación a los afligidos, perseverancia paciente y protección a quienes los cuidan, descanso eterno a nuestros amados difuntos y consuelo a todos los que lloran.

Atentamente,

+Jaime Soto
Obispo de Sacramento

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