Dear Friends in Christ,
Fr. Jeremy Leatherby has placed himself and others in a state of schism with the Roman Catholic Church. By his words and actions, Fr. Leatherby has incurred a latae sententiae (automatic) excommunication. This means that by his own volition he has separated himself from communion with the Roman Pontiff, Pope Francis, and other members of the Catholic Church.
Fr. Leatherby has violated my instructions by offering Mass and teaching publicly to a number of the faithful. He has instructed them against the legitimacy of His Holiness, Pope Francis. He has substituted the Holy Father’s name with the name of his predecessor, and omitted my name during the recitation of the Eucharistic Prayer while offering Mass. After obstinately not responding to a number of my inquiries by telephone and correspondence, he has now confirmed his schismatic stance. Because of the grave scandal of these actions I have no recourse but to announce publicly the consequence of his decisions: He has brought upon himself an automatic latae sententiae excommunication.
Prior to these lamentable events, there has been an on-going canonical process concerning other alleged behaviors by Fr. Jeremy Leatherby in violation of priestly promises. This process admittedly has been long, is still continuing, and is in the hands of other ecclesiastical authorities. The events by which he has excommunicated himself are unrelated to these previous allegations and the ensuing investigation. These are two separate issues.
Both clergy and faithful are instructed to refrain from any further attempt by Fr. Leatherby to offer the Mass or other sacraments. Join me in praying for his reconciliation and return to full communion with the Roman Catholic Church.
May the intercession of our Blessed Mother Mary help Fr. Leatherby to repent of the harm he has inflicted on the Church. With maternal solicitude, may she gather us together into the one communion of the Church, holy and purified by the blood of the Lamb, her Son, Jesus.
Respectfully,
+Jaime Soto
Bishop of Sacramento
Queridos Amigos en Cristo,
El Pbro. Jeremy Leatherby se ha puesto a el mismo y a otros en un estado de cisma con la Iglesia Católica Romana. Por sus palabras y acciones, el Pbro. Leatherby ha incurrido una latae sententiae (automática) excomunión. Esto significa que, por su propia voluntad, se ha separado de la comunión con el Pontífice Romano, el Papa Francisco, y otros miembros de la Iglesia Católica.
El Padre Leatherby ha violado mis instrucciones al ofrecer Misa públicamente y dando enseñanzas a un número de fieles. Los ha instruido contra la legitimidad de Su Santidad, el Papa Francisco. Ha sustituido el nombre del Santo Padre con el nombre de su predecesor, y omitido mi nombre durante la recitación de la Plegaria Eucarística mientras ofrece Misa. Después de obstinadamente no responder a un numero de mis consultas telefónicas y correspondencia, ha confirmado su postura cismática. Debido al escándalo grave de estas acciones, no tengo otro recurso más que anunciar públicamente la consecuencia de sus decisiones: Él ha traído sobre sí mismo una automática excomunión latae sententiae.
Antes de estos eventos lamentables, ha habido un proceso canónico sobre otros supuestos comportamientos por el Padre Jeremy Leatherby en violación de sus promesas sacerdotales. Este proceso ciertamente ha sido largo, aun continua, y está en las manos de otras autoridades eclesiásticas. Los hechos por los cuales el mismo se ha excomulgado no tienen relación con alegaciones anteriores y la investigación subsiguiente. Son dos asuntos separados.
Tanto el clero como los fieles están instruidos a abstenerse de más intentos por el Padre Leatherby al ofrecer Misa u otros sacramentos. Únanse conmigo en orar por su reconciliación y regreso a la comunión plena con la Iglesia Católica Romana.
Que la intercesión de nuestra Santísima Madre Maria ayude al Padre Leatherby en arrepentirse del daño que ha infligido a la Iglesia. Con solicitud materna, que ella nos reúna en la única comunión de la Iglesia, santa y purificada por la sangre del Cordero, su Hijo, Jesus.
Atentamente,
+Jaime Soto
Obispo de Sacramento